El chocolate siempre ha sido el alimento enemigo de las dietas adelgazantes, pero lo cierto es que, además de ser delicioso, tiene muchas propiedades antioxidantes y ayuda a prevenir enfermedades crónicas como la diabetes o las patologías cardiovasculares. No obstante, para que esto sea así, el chocolate debe tener más de un 70% de cacao, aunque lo ideal es que contenga el 99%.
Dos onzas al día serían suficientes para disfrutar de sus propiedades beneficiosas, de las que ya hablaban hace años los indios Kuna de Panamá. Al parecer, los Kuna vivían en una isla panameña y, a pesar de su dieta rica en sal, desconocían la hipertensión. Algo que cambió cuando se trasladaron a la capital y empezaron a disminuir el consumo de cacao.
Unos investigadores concluyeron que la alta ingesta de los flavonoides del cacao era lo protegía la salud de esta población. Desde entonces, muchos estudios atribuyen al chocolate negro propiedades cardiosaludables y beneficiosas contra la diabetes tipo 2. De hecho, un estudio llevado a cabo hace dos años demostró que al ingerir el chocolate, las bacterias del estómago producen compuestos antiinflamatorios.
Por otro lado, a este alimento tan delicioso también se le han atribuido propiedades neuroprotectoras. Otro estudio, publicado en ‘Nature Neuroscience’, concluyó que la epicatequina existente en el chocolate ayuda a revertir las pérdidas de memoria.
Pero fue la semana pasada cuando se han presentado los últimos estudios que demuestran lo beneficioso que puede llegar a ser el cacao. En el XI Congreso Internacional de la Dieta Mediterránea, se expuso un “meta-análisis” que demuestra que el chocolate mejora la resistencia a la insulina y la disfunción endotelial.